martes, mayo 05, 2009

Poeficcionario

















Vicente Castro entregando el premío al mejor poeta Español
en
"Premios Irreverentes -10 años"
a LUIS ALBERTO DE CUENCA.

Miguel Angel de Rus, Luis Alberto de Cuenca y Vicente Castro.



Vicente Castro.
Director, actor, escritor y dramaturgo.

Me unen muchos lazos familiares con Vicente Castro.

Y Ediciones Irreverentes celebra los 200 años del nacimiento de Edgar Allan Poe con un libro que reúne los mejores relatos del genio del terror y las versiones que ha inspirado a trece escritores contemporáneos que demuestran que el horror del S.XXI produce un mayor espanto, que somos capaces de crueldades que asombrarían a nuestros abuelos. Entre el humor negro, el esperpento, la crítica social y, como no, el respeto a la obra original de aquel psicópata y excelso borracho que fue el autor de Boston, han creado relatos que pasarán a la historia Miguel Ángel de Rus, Sasi Alami, Raúl Hernández Garrido, Santiago Gª Tirado, Alicia Arés, Juan Patricio Lombera, José Manuel Fernández Argüelles, Francisco Legaz, Manuel Villa-Mabela, Álvaro Díaz Escobedo, Javi J. Palo, Isaac Belmar y Vicente Castro. Ejerce de maestro de ceremonias el mayor experto en literatura fantástica de estas latitudes, Luis Alberto de Cuenca, quien bendice con su sabiduría y su pluma esta extraordinaria antología Irreverente. Poeficcionario es el libro que estaban esperando los amantes de la literatura de terror para volver a sentir miedo; el libro que asombrará a quienes creen que el terror es sólo una lectura para adolescentes. Como afirma De Cuenca, a la buena literatura le da absolutamente lo mismo que quien la escriba tenga buenos o malos sentimientos, sea capaz de descargar el hacha varias veces con furibunda saña sobre su abuelita o haya fundado varias leproserías en Bangla Desh. En esta antología no abundan los sentimientos, sino más bien el sarcasmo, el humor negro, y la literatura de altos vuelos, como los de ese cuervo negro que espió a Poe hasta la tumba.

Pasen y lean. Lo van ustedes a pasar en grande buceando en las profundidades del horror.